domingo, 3 de abril de 2011

ENTRE EL ROSA Y EL PÚRPURA, Ciclo de Conferencias. La Reseña


La lupa de la Sociedad: cárceles mixtas.
Puedo recordar el olor terrible de los pasillos parecidos a los de una vecindad. 
Promiscuidad y el reflejo del espejo social. 
Adriana Pineda Barrera.

El día viernes 11 de marzo de 2011, se celebraron las dos últimas mesas sobre el Ciclo de Conferencias “ENTRE EL ROSA Y EL PÚRPURA”, dedicado al Día Internacional de la Mujer, el cual tuvo lugar en el Auditorio Javier Romero Molina, en las instalaciones de la Escuela Nacional de Antropología e Historia.
Cabe recalcar que sólo hubo oportunidad de presenciar la mesa de Reclusión Femenil: cárceles, casas de recogimiento y conventos, donde participaron Elda Luisa Solchaga Flores(UNAM), David Camargo Manriquez (ENAH), Citlalli Yisel Anguiano Hernández, Karla Arroyo Pineda y Laura García González. Tuvimos la oportunidad de presenciar las dos últimas ponencias, así como las intervenciones del quorum asistente.

¿Por qué delitos entra una mujer a una prisión? ¿Es real que las mujeres matan más a sus hijos que los padres? El encierro es una palabra que por si misma retumba en cualquier pensamiento humano, incluso, su contexto me remite casi de inmediato al aislamiento en conventos, casas de retiro, granjas destinadas a narco-dependientes, casas de reclusión-reclutamiento y cárceles. Quizá, haya contextos donde se busque la interiorización de sí mismo, pero en este escrito, nos referiremos a la temática de una supuesta readaptación al interior de los centros penitenciarios en México, destacando el estado de Guerrero, así como Santa Martha Acatitla y Tepepan, ambos en la Ciudad de México; sitios que la Mtra. Karla Arroyo Pineda, retoma durante su ponencia “De las casas de recogimiento a los Centros de Readaptación Social: control sobre la sexualidad femenina”. El tema remite a una realidad donde el mundo mixto y con todas sus problemáticas, se reproduce entre los pasillos y cuartos semejantes a los de las vecindades. La sobre-población, la promiscuidad, el tráfico de drogas y la mano de obra barata conforman la vida cotidiana de mujeres, niños y hombres que habitan en las cárceles mixtas del país. Según datos proporcionados por la Maestra, son 429 los centros destinados para alojar a quienes han cometido un delito, o son víctimas de delito de injusticia; 320 son estatales; 227 son mixtos, 190 de ellos son varoniles, 10 de ellos están en el D. F. y 12 más son de mujeres. Los lugares destinados a la población femenil en Aguascalientes, Coahuila, Chiapas, Querétaro, Sonora, Ciudad Madero, Zacatecas, Guadalajara, así como el cerezo de Santa Martha Acatitla, cuentan con un mejoramiento desde sus instalaciones, hasta su convivencia. Sin embargo, eso no elimina la posibilidad de cotes de poder donde hay alrededor de 1445 mujeres recluidas a pesar de que la capacidad del centro es únicamente para 234 personas.
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La mujer, desde tiempos  antaño el  solo hecho de ser mujer es un hecho juzgado, marginado y a lo largo de siglos de la supuesta evolución humana y revolución feminista, continuamos escuchando entre las calles comentarios obscenos e irrespetuosos hacia las mujeres, y más aún su muestran su feminidad usando minifaldas, a partir de una conducta masculina y de mujeres contra mujeres es como se construye una cultura donde la mujer se convierte en un ícono de discriminación, de provocación, de acoso y violencia. Quizá lo anterior pueda equipararse con la calidad de vida y la condición de las mujeres en la ciudad de México y el país, en algunas partes es más acentuado que en otras, pero finalmente coinciden en existir.
Razones son diversas por las que las mujeres llegan a los centros de reclusión social implementada desde 1973donde son juzgadas por uno o varios delitos y porque no decirlo, en ocasiones por ser inocentes de los cargos imputados.
¿Qué diferencia hay entre ser mujer y ser hombre? hasta ahora es diametral tal diferencia y se puede reflejar en la visita intima (Cubículo conyugal) de las mujeres internas. Después de las mujeres reciben a sus parejas en una habitación con las condiciones más insalubres y donde los Derechos Humanos no han sido invitados, son sometidas a una revisión vaginal y anal para la detección de drogas. Lo anterior es un procedimiento hecho por hombres y sin el uso de guantes. ¿Que esto no se considera violación? Porque con la cultura masculina de la depravación y los malos tratos hacia las mujeres, me parece incongruente, inaudito y completamente irregular el procedimiento llevado a cabo. Habrá quien alce los hombros y doga: -así es la política en nuestro país-, ¿Por qué habría de continuar siendo así? ¿De esta manera las mujeres se readapatan a la sociedad? ¿Qué opciones y estrategias tiene el género femenino para prohibir terminantemente situaciones de injustica real de la justicia avalada por el sistema? A lo anterior Karla Arroyo Pineda responde que se trabaja para implementar de manera legal el uso de recursos y materiales médicos, así como personal femenil para llevar a cabo tareas de inspecciones que ponen en riesgo la intimidad y la salud de las mujeres recluidas.

En la zona de Guerrero existen 12 prisiones mixtas, en donde aunado a las líneas anteriores, la homosexualidad masculina se permite abiertamente; sin embargo la homosexualidad entre mujeres no es aceptada por las autoridades de los centros. Yo me pregunto ¿Quiénes son dichas autoridades para definir la conducta sexual de las demás personas? Eso sí, los hombres pueden tener relaciones con una o varias mujeres. Contradictoriamente las mujeres no pueden hacer lo mismo, tener varias parejas, ni mujeres ni hombres. 
Arcelia, un mujer interna vive con 78 hombres en una prisión de Guerrero. Afirma que "es más tranquilo vivir con 78 internos, que tener que ver al director del penal"

Cuando una persona forma parte de la población de un centro de reclusión, exclusión(espejo social), es frecuente que su pareja o cónyuge decida solicitar el divorcio o simplemente desaparecer. ¿Que pasa con la vida sexual de la mujer en prisión? La Vigilancia es excesiva hacia las mujeres, y esto es a cualquier perspectiva posible de la sociedad actual. Lo que resulta irónico es como publican en primera plana un Duelo por no recibir "spring breakers" y festivales de bailarinas exóticas durante las fiestas dedicadas al turismo extranjero. Ahí si no cabe el pudor, ni para los hoteles ni para los medio impresos de este país. Tampoco existe el pudor para recibir peajes y cuotas por tráfico de mujeres, así como su prostitución y maltrato. En definitiva la dinámica social más grotesca no puede resultar. La misma que por siglos domina a una sociedad putrefacta pero no reciclable. Lo único que hacen estos centro de reclusión, es precisamente aislarte de la concepción de libertad, intimidad. El tiempo que puedas pasar ahí quizá sea para readaptarte al sistema, capacitándote en defensa personal por la violencia generada al interior de una cárcel; entrenándote en estrategias de tráfico de drogas, armas y negocios eficaces que envuelven el sistema capital que da pasos agigantados destruyendo lo que se encuentre a su paso.

Angélica estuvo involucrada en un secuestro; ella se deslinda de la relación con su marido a pesar de estar en el mismo penal. Después de un tiempo ella conoce a un hombre y se involucran sentimentalmente. Su ex pareja la chantajea con quitarle la visita a sus hijos. Ella prefiere ver a sus hijos y abandonar la vida intima con su nueva pareja.

Ahora podemos hablar un poco sobre  las poblaciones infantiles al interior de los penales. Existen tantas miradas sobre este punto, como personas hay en el mundo, algunos afirman que es inmoral, inadecuado, ilógico tener a un hijo en una cárcel, pero para que haya niños al interior de las prisiones es por que el control de embarazos y natalidad es ineficiente o simplemente las mujeres deciden tener a sus hijos. En su defecto se busca una pareja homosexual para obtener el cariño de alguine sin necesidad de un embarazo. Algo muy interesante de este punto son las emociones que como personas y seres humanos seguimos experimentando ante la globalización, modernización, represión  y casi nula libertad.
Así, las formas de control del cuerpo y pensamiento femeninos, junto con la vida sexual se ven mermados ante un sistema de justicia contradictorio. Una vez dentro de prisión y fuera de la sociedad, se convierten en mujeres transgresoras, por ser más o menos femeninas, quedando a un lado la razón principal por la que llegaron al penal. ¿Será este el infierno según la Iglesia?
Laura García González, quién presentó una ponencia "Etiquetadas: Mujeres en relcusión" nos plasma el panorama donde las etiquetas que cada mujer: la tortillera, la machorra, la secuestradora, la ex -presidiaria, ,a chancha. En cambio, el hombre conserva sus principios y los conceptos que la sociedad ha impuesto, repito, impuesto. Para erradicar los juicios de valor -las etiquetas-, desde una perspectiva personal, hay que comenzar a modificar las ideas sobre las diferencias entre mujeres y hombres. En definitiva nunca seremos idénticos, y cada género tendrá sus ventajas o desventajas, sin embargo me parece que los juicios emitidos sobre las mujeres siguen siendo a causa de la permisibilidad que el género a tenido a lo largo de los siglos. Erradicarlo es una faena colectiva y comienza en casa, en escuelas, en las calles. Ejercer nuestro derecho a ser respetadas y a respetar, a dejar de ser agredidas sin necesidad de agradecer. La revolución de género es ahora y es colectiva, no se trata de generar más violencia, sino acuerdos,  estrategias y políticas comunitarias que encaminen a los hombres y las mujeres por un camino de respeto. La institución está igual de podrida que la política sistémica. La solución no está en generar más leyes, sino en la participación del pueblo. Habrá que generar colectividad de género femenil, más no rivalidades. Habrá que generar acuerdos con el género masculino o dejar clara la línea del respeto, el espacio. 
Si la hipocresía social continúa menospreciando la integridad femenina, la conducta social no mejorará, pero tampoco permanecerá inmóvil. Tanto en las calles, como en la cárcel se dan las relaciones de poder, satanizando cada situación para sacar ventaja de lo que se pueda, incluso de los mismos estereotipos.


NO MÁS ACOSO CONTRA LAS MUJERES, NO MAS ETIQUETAS, QUEREMOS CAMINAR LIBREMENTE POR LA CALLES SIN ESCUCHAR VULGARIDADES QUE VIOLENTAN NUESTRO ESPACIO, NUESTRA INTEGRIDAD Y SE HEMOS COMETIDO ERRORES, ENFRENTARLOS SIN VIOLACIONES A NUESTROS DERECHOS COMO PERSONAS, NUESTROS DERECHOS A UNA VIDA DIGNDA, SALUDABLE Y SIN REPRESIÓN. NO MAS MUJERES VIOLADAS, SECUESTRADAS, MUERTAS, NO MAS TRAFICO DE NIÑOS Y NIÑAS, NO MÁS TRAFICO DE MUJERES. NO MÁS CARCELES. NO MÁS SISTEMA CAPITAL.

Ensayo y Fotografía: dimensionarquimia@hotmail.com



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